Comer como la naturaleza manda: los alimentos que tu cuerpo necesita este otoño

Comer como la naturaleza manda: los alimentos que tu cuerpo necesita este otoño

Durante siglos, nuestros antepasados comieron siguiendo el ritmo de la tierra. No tenían cámaras frigoríficas ni aviones que transportaran aguacates desde el otro lado del mundo. Comían lo que la estación ofrecía. Y su cuerpo, en perfecta sintonía con la naturaleza, sabía adaptarse.

Hoy, en cambio, vivimos desconectados del entorno. Compramos frutas tropicales en pleno invierno y ensaladas frías cuando nuestro cuerpo necesita calor. Sin embargo, cada estación tiene un propósito, y nuestra biología lo sabe. Volver a una alimentación estacional no es una moda: es una forma ancestral y científicamente respaldada de recuperar el equilibrio natural del cuerpo.


Otoño: tiempo de nutrir, fortalecer y ralentizar

Con la caída de las hojas, el cuerpo también busca recogerse. Pasamos de la energía expansiva del verano a una etapa de repliegue y regeneración. Según la medicina tradicional china, esta estación está asociada a los pulmones y el intestino grueso, órganos clave en la inmunidad y la eliminación de toxinas.

La ciencia moderna lo confirma: en otoño aumenta la actividad de genes relacionados con la respuesta inflamatoria y el sistema inmune. Por eso necesitamos alimentos cálidos, ricos en antioxidantes, vitamina C, zinc y fibra prebiótica, que fortalezcan nuestras defensas y equilibren la microbiota intestinal.


Los alimentos que la naturaleza te ofrece (y tu cuerpo agradece)

1. Calabaza, boniato y zanahoria:
Ricos en betacarotenos, que el cuerpo transforma en vitamina A para mantener fuertes las mucosas respiratorias y la piel, la primera barrera contra virus y bacterias.

2. Setas y champiñones:
Contienen beta-glucanos, compuestos naturales con efecto inmunomodulador. Estudios publicados en Frontiers in Immunology (2021) confirman que mejoran la función de las células NK (natural killers) del sistema inmune.

3. Granada y manzana:
Antioxidantes poderosos, con polifenoles que combaten el estrés oxidativo y la inflamación. Además, su fibra (pectina) alimenta las bacterias beneficiosas del intestino.

4. Castañas y nueces:
Fuente de energía estable y de ácidos grasos omega 3. Ayudan a mantener el calor interno y a regular el sistema nervioso en momentos de estrés.

5. Jengibre, cúrcuma y canela:
Especias que activan la circulación, aportan calor interno y tienen efectos antiinflamatorios demostrados. La curcumina, por ejemplo, se ha estudiado en más de 600 ensayos clínicos por su efecto protector sobre el sistema inmune y nervioso.


El cuerpo no quiere frío, quiere equilibrio

En otoño, evita abusar de alimentos fríos, crudos o tropicales. Sustituye los batidos helados por cremas templadas, infusiones y guisos lentos.
El cuerpo agradece los procesos pausados: cocinados a fuego suave, con sartenes de hierro o barro, como hacían nuestras abuelas. Estos métodos preservan minerales, mejoran la digestión y mantienen la energía de los alimentos.

Eso sí, el frío externo controlado sí es medicina. Las duchas frías, los baños de hielo o la exposición puntual al aire fresco estimulan la circulación, refuerzan el sistema inmune y equilibran el sistema nervioso, según estudios sobre la termogénesis y el nervio vago (Universidad de Radboud, 2014).
La clave está en el contraste: calor en el plato, frío en la piel, y calma en la mente.


Comer de temporada también es un acto de coherencia

Elegir productos de temporada y cercanos no solo nutre tu cuerpo, sino también la tierra. Favorece la economía local, reduce la huella de carbono y te conecta con el ciclo natural del entorno.
Comer en armonía con las estaciones es, en realidad, una forma de vivir más consciente y sostenible, donde la salud personal y la del planeta van de la mano.


Volver a la alimentación estacional es volver a lo esencial:
- Comer lo que la tierra te da, cuando te lo da.
- Escuchar lo que tu cuerpo necesita, no lo que dicta la industria.
- Fortalecer tu sistema inmune desde la raíz, con comida real y viva.

Porque cada estación tiene su medicina, y el otoño nos invita a nutrir, soltar y prepararnos para el invierno.
El equilibrio no está en las modas, sino en la naturaleza.

 

ALIMENTOS DE TEMPORADA – NOVIEMBRE / OTOÑO

Verduras y hortalizas

→ Ricas en fibra, betacarotenos y minerales que refuerzan el sistema inmune.

  • Calabaza 🎃

  • Boniato

  • Zanahoria

  • Puerro

  • Nabo

  • Coliflor

  • Brócoli

  • Coles de Bruselas

  • Lombarda

  • Repollo

  • Berenjena (final de temporada)

  • Espinaca

  • Acelga

  • Setas y champiñones

  • Cebolla

  • Ajo

  • Apio

  • Remolacha

💡 Beneficio: Nutren el intestino y aportan antioxidantes que protegen frente al cambio de estación.


 Frutas

→ Aportan vitamina C natural, polifenoles y fibra soluble (pectina).

  • Manzana

  • Pera

  • Granada

  • Mandarina

  • Caqui

  • Uva (últimas del año)

  • Membrillo

  • Chirimoya

  • Naranja (inicio de temporada)

  • Kiwi nacional

💡 Beneficio: Fortalecen el sistema inmune, la piel y las mucosas respiratorias.


 Frutos secos y semillas

→ Energía limpia y grasas buenas para mantener el calor interno.

  • Castañas 🌰

  • Nueces

  • Almendras

  • Avellanas

  • Semillas de calabaza

  • Semillas de girasol

  • Sésamo (tostado)

  • Lino o chía

💡 Beneficio: Aportan magnesio, zinc y ácidos grasos que regulan el sistema nervioso y hormonal.


Proteínas y alimentos reparadores

→ El cuerpo busca reconstruir tejidos y fortalecer defensas.

  • Huevos camperos

  • Pollo y pavo (preferiblemente ecológicos)

  • Sardinas, caballa y arenques

  • Bacalao y merluza

  • Lentejas

  • Garbanzos

  • Judías blancas

  • Caldo de huesos casero 🍲

💡 Beneficio: Aportan colágeno, zinc, hierro y aminoácidos esenciales que sostienen el sistema inmune y muscular.


Especias y plantas medicinales

→ Estimulan el calor interno, mejoran la digestión y protegen frente a virus.

  • Jengibre fresco

  • Cúrcuma

  • Canela

  • Clavo

  • Anís estrellado

  • Romero

  • Tomillo

  • Salvia

  • Miel cruda o de brezo

💡 Beneficio: Antivirales, antiinflamatorios y digestivos naturales.


Bebidas recomendadas

  • Infusión de jengibre + limón + miel

  • Caldo vegetal depurativo

  • Té kukicha o rooibos

  • Agua templada con limón (en ayunas)

  • Caldos con cúrcuma o miso

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