Plásticos, antiadherentes y fertilidad: la crisis silenciosa que “no vemos”

Plásticos, antiadherentes y fertilidad: la crisis silenciosa que “no vemos”

Después de escuchar a NICOLAS OLEA en bio cultura no he podido parar de leer estudios relacionados con la fertilidad y los tóxicos que tenemos el hogar.

Durante décadas, hemos cocinado con sartenes antiadherentes, bebido agua de botellas de plástico y envuelto alimentos en envases ligeros que prometían comodidad.
Pero detrás de esta revolución industrial silenciosa se esconde una verdad cada vez más clara: la exposición constante a ciertos compuestos presentes en los plásticos y recubrimientos como el Teflon (PTFE) podría estar reduciendo nuestra fertilidad y afectando la salud de futuras generaciones.


1. La caída de la fertilidad humana

En los últimos 50 años, la fertilidad humana ha descendido a niveles históricos.

Estas cifras son alarmantes: en apenas medio siglo, nuestra capacidad biológica de reproducirnos se ha desplomado mientras el uso de plásticos y químicos persistentes se disparaba.


2. Teflon, PFAS y antiadherentes: “comodidad” a cambio de fertilidad

El Polytetrafluoroethylene (PTFE), conocido como Teflon, es el polímero antiadherente más usado en sartenes, moldes y utensilios de cocina.
Aunque el PTFE puro es estable, su fabricación y degradación implican sustancias de la familia PFAS (per- y polifluoroalquiladas), conocidas como los “químicos eternos”.

En resumen: las mismas sustancias que nos permiten “cocinar sin esfuerzo” pueden estar interfiriendo en el equilibrio hormonal y reproductivo que sostiene la vida.


3. Plásticos cotidianos y fertilidad: una exposición constante

Más allá del Teflon, los plásticos comunes también influyen en la fertilidad por los compuestos que liberan:

Ftalatos (DEHP, DBP, BBP...)

Usados para dar flexibilidad al plástico (PVC, juguetes, envases, cosméticos).

Bisfenoles (BPA, BPS, BPF)

Usados en botellas, biberones, latas y tickets térmicos.

Microplásticos (PS, PE, PET)

Presentes en el agua, el aire, la sal y la comida.


4. Cómo estos compuestos alteran la fertilidad

Los plásticos y fluoropolímeros como el Teflon no “matan” células directamente, sino que alteran la comunicación hormonal y los mecanismos biológicos más sensibles de la reproducción.
Entre los mecanismos más documentados:


5. La correlación temporal: cuando nació el plástico, cayó la fertilidad

  • En 1950, el mundo producía menos de 2 millones de toneladas de plástico al año.

  • Hoy se producen más de 400 millones de toneladas anuales.

  • En el mismo periodo, el recuento medio de espermatozoides se redujo a la mitad, y los problemas de fertilidad femenina aumentaron exponencialmente.
    Enlace: https://ourworldindata.org/plastic-production

Coincidencia o causalidad, la correlación es clara: la era del plástico coincide con la era de la infertilidad moderna.
Nunca antes el ser humano había estado tan expuesto a disruptores hormonales ambientales.


6. Qué puedes hacer para reducir tu exposición

  1. Sustituye tus sartenes antiadherentes por hierro fundido, cerámica o acero inoxidable. https://denisseclyton.com/collections/frontpage

  2. Evita calentar comida en plásticos, incluso si dicen “microondas safe”.

  3. No bebas agua de botellas de plástico calientes o expuestas al sol.

  4. Elige cosméticos sin ftalatos ni fragancias sintéticas. https://denisse.ringana.com/?lang=es

  5. Ventila tu hogar y limpia el polvo con trapo húmedo, donde se acumulan microplásticos y retardantes de llama. 

  6. Usa detergentes naturales y lavaplatos con base vegetal y biodegradables. https://denisseclyton.com/collections/limpieza-consciente
  7. Filtra el agua y reduce los alimentos procesados con envoltorios plásticos.

  8. Y por ultimo y mas importante asesorarte con un profesional. https://denisseclyton.com/pages/packs-de-asesoramiento-personalizado-back-to-essentials



7. Volver a lo esencial: la fertilidad como reflejo del entorno

La fertilidad no es solo una función biológica; es un reflejo de cómo vivimos, respiramos, comemos y cuidamos nuestro entorno.
Cuando limpiamos nuestra cocina, nuestros hábitos y nuestro aire de toxinas invisibles, estamos dando al cuerpo la oportunidad de volver a su equilibrio natural.

Volver a lo esencial no es una moda: es una necesidad evolutiva.
La naturaleza siempre ha sabido cómo crear vida.
Solo necesitamos quitar de en medio todo lo que la interrumpe.

Regresar al blog

Deja un comentario